Descripción del curso
Si admitimos que lo propio del archivo es su hueco, su ser horadado (Georges Didi Huberman, 2010) ¿qué sucede entre
esos vacíos? ¿es el archivo el reservorio de la memoria o es el de sus olvidos, sus omisiones? Y entonces ¿qué potencia
se agita en el arte para componer en estos vacíos otros pasados posibles? ¿puede la exploración poética con los archivos
constituirse en una práctica política que desmonte las narrativas para proliferar otras memorias, otras historias posibles?
Pensando al cine como una tecnología de poder (De Lauretis, 1989) que ha operado en la gestión de subjetividades y
corporalidades racializadas, generizadas y sexualizadas, en la administración de narrativas hegemónicas que delimitaron
lo visible, lo posible y lo pensable, practicar intervenciones en archivos puede ser un modo de hacer incisiones que
interrumpan y desestabilicen estos trazados.
Como enuncia Ariella Azoulay, la intervención, imaginación y transmisión son las prácticas principales a través de las
cuales l*s investigador*s y l*s artistas ejercen hoy en día su derecho al (del) archivo, esto es, el derecho a compartirlo, a
hacer uso de él de formas en las que no sea tomado simplemente como un depósito del pasado, que almacena materiales
que documentan lo que ha terminado y lo que se ha hecho. La experimentación con archivos audiovisuales desborda el
ámbito artístico, en un tráfico de métodos con otras ciencias y saberes sociales como la historiografía y la etnografía,
para producir fisuras y revisiones críticas en los modos de narrar la Historia.
La práctica audiovisual con archivos adquiere asi una potencia política, en la reconfiguración de narrativas
hegemónicas y la recuperación de las historias menores, históricamente invisibilizadas o marginadas, que habilita la
recuperación de archivos reprimidos, desviados, ocultos, encontrados; ecológica, en el reciclaje y la reutilización de
materiales audiovisuales, a través de la incorporación de los restos del discurso como el testimonio, el rumor, el
recuerdo, los sueños y las fantasías; poético-estética, en la experimentación con las posibilidades expresivas y
discursivas del lenguaje cinematográfico; afectiva, en la colectivización de las memorias, traumas y sentimientos de
comunidades dañadas.
Las huellas de la violencia constituyente preservadas en el archivo pueden bien ser conservadas intactas, preservando la
ley del archivo, o ser reconfiguradas y reconceptualizadas a través de una nueva rejilla, cuyas consecuencias afectan la
manera en la que unx es gobernadx, así como las formas en las que unx comparte el mundo con otrxs. Es desde aquí que
nos aproximamos a la práctica con archivos, como un modo de hacerle preguntas al vacío de los relatos de la Historia,
para imaginar, inventar y recuperar los futuros soterrados en nuestro pasado para hacerlos aparecer.